domingo, 4 de diciembre de 2011

El bosque animado ( fragmento ) de Wenceslao Fernández Flórez




Estamos aquí para afirmar una vez más el derecho que nos asiste al dominio total y exclusivo de la tierra. El mundo fue creado únicamente para nosotras, y buena prueba de ello es que casi todos los demás seres trabajan, y si no trabajasen morirían. Trabaja el hombre y el tigre y el elefante y los pájaros que hacen su nido, y el escarabajo que fabrica su bola y cava su agujero, y la odiosa araña que urde su tela... Y los que no trabajan, como los parásitos, necesitan que trabaje otro ser, o, si son vegetales, quedan a expensas de los jugos de la tierra, como los árboles, o de los ciudadanos ajenos, como la patata y las habichuelas y el maíz. Todos esos usurpadores se agarran a la existencia con la ventosa del trabajo y en cuanto renunciasen a ella caerían en el abismo de la nada. No viven por derecho natural, sino apelando a una inteligencia más o menos amplia con la que burlan el desentendimiento en que los tiene la Naturaleza. Entran en la vida y se sostienen en ella con ganzúa, queridas hermanas: con la ganzúa de la inteligencia. ( Un fuerte ¿uuuh! De asentimiento corrió por el establo, casi todas las moscas abandonaron sus puestos, revolaron un poquito y , cuando se apaciguó su entusiasmo, se volvieron a posar.) – En cambio, nosotras- continuó Hu-HU- no necesitamos la inteligencia para nada y carecemos felizmente de ella, lo cual es una prueba de nuestra preeminencia. El resto de los seres creados dedica todas sus horas a la busca de alimentos, lo que hace que su vida sea monstruosa e inútil, puesto que la consagran a procurarse los medios de sostenerla y  se consumen en un círculo vicioso en el que la causa sostiene los efectos y los efectos sostienen la causa, sin que puedan salir de ahí. Pero una mosca encuentra siempre su alimento en cualquier parte, en el valle o en la montaña, en el campo o en la ciudad, en el desierto o entre muchedumbre, en el lodo de los caminos o en las porcelanas del comedor de un palacio, en la piel de una vaca o en la calva de un hombre. La Naturaleza tiene ubres repletas y múltiples para nosotras porque desea nuestro prevalecer. Porque, en tres palabras, somos sus elegidas:-¡Uuuh! ¡Uuuh!- zumbaron, enardecidas, las moscas.- No necesitamos el entendimiento para nada, y esa es nuestra supremacía: la inteligencia resulta peligrosa porque puede hacer que un individuo se sobreponga a los demás individuos o un pueblo a otros pueblos no por la razón natural del número, sino por mañanas nacidas en el interior de la cabeza. Entre nosotras no hay nadie que descuelle, nadie que se distinga ni en un punto de las demás; todas tenemos la misma presencia sencilla, la misma figura sin variantes, el mismo color pardo, que es el que conviene a nuestro pueblo. Pudiera decirse que nuestras alas, nuestras patas, todo cuanto nos forma está fabricado en serie. Con esto nos evitó la Naturaleza tremendos disgustos y las grandes preocupaciones que padecen los animales que se diferencian entre sí, que son ( con leves excepciones) todos los demás. En el Pueblo Pardo, los padres no conocen a sus hijos ni los hijos a sus padres, y si fuese posible que una mosca se enamorase de otra mosca, al separarse de ella ( lo que ocurre bien rápidamente) no la volvería a conocer. ¿Qué significa esto? Esto significa algo de enorme trascendencia. Significa, compañeras, que hemos realizado completa, perfectamente, la igualdad y la fraternidad sociales. ( Los ¡uuuh!, se hacen frenéticos. Las moscas que están en el lomo del buey alzan el vuelo para hacer demostraciones de conformidad.) – Todas somos una y la misma- siguió la oradora-;lo que hago yo, lo puedes hacer tú, lo que vale ésta es lo que vale aquélla, no tenemos reinas, como las abejas, ni jefes, como las manadas y los rebaños salvajes, ni guías, como las grullas cuando emigran... Ninguna autoridad, en fin: sólo la masa inmensa, sólo el pueblo.  Y en este sistema feliz hemos prosperado tanto que podemos presentar, sin que las rebata nadie, nuestras pretensiones al dominio del mundo.


ilustración de Garbi KW http://www.garbikw.com/

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